El final de la emisión de la exitosa serie televisiva no ha supuesto una bajada en el número de visitantes a la villa marinera, que siguen contándose por cientos cada día
 

El último capítulo de «Doctor Mateo» se emitió hace dos meses, pero aún hoy se siguen contando por cientos los turistas que vienen a conocer in situ los escenarios de San Martín del Sella, el nombre ficticio que recibió Lastres en la serie. Ha sido un fenómeno turístico sin precedentes en la comarca. Y no decae. Sólo cuatro temporadas y unas cuantas docenas de capítulos han bastado para dar a conocer en toda España las bondades de este rincón del oriente asturiano. La belleza de sus paisajes y de sus playas ha provocado una marea de visitantes que inunda Lastres todos los días, especialmente los fines de semana y durante el verano: «Unas 3.000 personas visitan a diario la casa del doctor», afirmaba a finales de agosto Manuel Collada, recepcionista del hotel Palacio Vallado, cuya fachada representó en la serie al Ayuntamiento de San Martín del Sella. «Ha sido todo un boom que está trayendo muchísima gente. Todo el que está alojado en Asturias dedica un día para visitar la ruta del doctor Mateo», asegura Collada.

Desde que empezó la grabación de la serie, en 2008, los vecinos se habituaron a los platós de rodaje. Los focos y las luces fueron una novedad pero también un halago, pues por fin alguien reconocía la hermosura de Lastres. Sin embargo, cuando en febrero de 2009 se emitieron los primeros capítulos, la sorpresa de los vecinos fue aún mayor y desbordó las previsiones más optimistas. De la noche a la mañana empezaron a multiplicarse los turistas, que venían a ver los espacios donde se había rodado la serie, y que preguntaban el camino para llegar a San Martín del Sella. Venían tantos que hubo que colocar carteles y señales en las callejuelas del pueblo.

Las administraciones no desaprovecharon la ocasión y editaron folletos con la ruta del doctor Mateo. Así, los romeros podían atreverse a subir por las empinadas escaleras de Lastres para admirar la casa del médico, la de los fontaneros y la de la maestra; recorrían el laberinto de calles para alcanzar la taberna de Ton, alababan la bonita arquitectura de la radio local de San Martín del Sella y hasta se animaban a acercarse al faro de Luces.

El turismo se ha convertido en un medio que permite a los llastrinos sobrellevar la crisis. Pese a las naturales molestias de esta invasión de turistas, el trasiego de personas ha beneficiado mucho a los negocios, que han tenido incluso que reclutar más personal. Este amor correspondido -en el que el público se ha enamorado de Lastres y la villa de sus visitantes- recibió su reconocimiento oficial el año pasado, cuando Lastres tuvo el honor de ser elegido «Pueblo ejemplar» de Asturias.

Claro que en este romance de Lastres con el turismo no han faltado algunos problemas, pues el municipio ni contaba ni cuenta con infraestructuras capaces de acoger tal cantidad de gente. Falta aparcamiento y hospedaje. «Es exagerado. Esto está hasta arriba de coches. ¡Lo que nunca se vio en Lastres!», asegura Leví Victorero Llera, vecino de Luces, lugar de imponentes acantilados. «En el faro no hay dónde poner el coche. Mi hija, por jugar, ha contado hasta 250 en un solo día», dice Victorero.

Para el equipo de rodaje la fama fue también causa de contrariedades. Al principio todos los actores comían en alguno de los restaurantes y bares de Lastres, pero luego resultó imposible. «La cantidad de fans que traían por aquí no les dejaban vivir», recuerda Collada.

Finalizada la emisión, Lastres se ha quedado sin su principal escaparate, pero el fenómeno «Doctor Mateo» continúa propagándose merced al boca a boca: «La serie no la hemos visto. Una compañera de trabajo asturiana me recomendó venir a Lastres, aunque no hemos visto del pueblo ni una décima parte» asegura Chema Pérez.

Margarita Sánchez, que viene desde Salamanca, ya conocía Lastres, pero ahora ha venido «a propósito, siguiendo la ruta de Mateo. Lo que parece increíble es que una serie de televisión pueda mover tanta gente», señala. De la misma opinión es Simona Negrila, camarera del bar El Rápido: «Doctor Mateo trajo muchísima gente aquí a este pueblo», afirma.

Fuente de la noticia: Diario La Nueva España